La imagen de Maria, Reina de los Ángeles, evangelizadora de la colonia Guerrero en la ciudad de México, fue pintada en 1580 sobre una pared de la ermita que mandó construir Yzayoque, autoridad de Coatlán, como se llamaba este rumbo. Desde el principio atrajo la devoción de los pobladores cercanos.
Las inundaciones, especialmente las de 1629, destruyeron el barrio de Coatlán. De la ermita de adobe quedó en pié solo la pared principal. El nivel de agua llegó hasta la altura del cuello de la imagen. En un intento de protegerla, algunos devotos la cubrieron con petates y tablas clavadas a la pared. Siete meses después se dieron cuenta de que el remedio era ineficaz: los petates se habían convertido en una pudrición capaz de arruinar cualquier pintura. Sin embargo la imagen de nuestra Señora "apareció radiante de hermosura". Cinco años duraron esas inundaciones y el muro de adobe, sin apoyos, soportó aleaje, sol. tolvaneras, huracanes y sacudimientos sísmicos. Todo ésto avivó la veneración a la Virgen.
En 1777 se reconstruyó la ermita y empezó después la construcción del actual santuario. En el año de 1866 el templo y el trabajo pastoral fueron confiados a la Compañía de Jesús. Otra fecha importante es la de 1890, cuando se dá por terminada la construcción y rubrica, la imagen en el lugar que hoy ocupa.
La coronación pontificia de Nuestra Señora de los Ángeles, se realizó en 1923. La Madre de Jesús, nuestra Madre, Reina de los Ángeles, está en el corazón de la colonia Guerrero, después de los terremotos se septiembre de 1985, ella supo alentar la solidaridad para con las familias que sufrieron mas daños.
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